“El desarrollo social intensifica el uso del potencial humano“.
Garry Jacobs
Del mismo modo en que todo en la naturaleza tiende al equilibrio, la educación debe aspirar, no sólo a impartir conocimientos sino a desarrollar socialmente al ser humano, para que éste pueda utilizar todo su potencial en beneficio del entorno. La educación como se infiere y se practica hoy en día, está exclusivamente centrada en la transmisión de información y conocimientos, y no en desarrollar las habilidades innatas presentes en cada niño.
Hoy en día toda la humanidad se encuentra en la cima de una transición importante en la educación; tal y como lo describe Garry Jacobs en su artículo “Hacia un nuevo paradigma de la educación”: El conocimiento compartimentado y fragmentado del pasado es cada vez más insuficiente para satisfacer las necesidades de una sociedad que esta cambiando aceleradamente.
Por lo tanto, las exigencias del mundo actual -completamente globalizado- exige de los educadores una actualización del sistema de educación, en donde cada niño que representa nuestro futuro pueda desarrollar las destrezas sociales necesarias que nos ayuden a superar los niveles de enajenación, susceptibilidad y desconfianza que tanto abundan en la actualidad y que contribuyen a la crisis mundial.
Es por eso que la real solución radica en enseñar a cada niño mediante un enfoque diferencial e integral en consonancia con la propia naturaleza. En ellos el proceso de aprendizaje sobre la vida es completamente activo y heterogéneo. Necesitan aprender, por ejemplo cómo funcionan los bancos, los hospitales y los almacenes. Deben realizar visitas al zoológico, el campo, el planetario y otros sitios similares, y a continuación debatir sobre cómo todo esto está interconectado. Esas visiones abstractas y fragmentadas del mundo, necesitan finalmente conectarse en una imagen única, integral, que les brindará la impresión del mundo como un todo, similar a una máquina que necesita que todos sus engranajes funcionen en consonancia.
Los niños necesitan escucharnos hablar sobre unidad y vernos actuar a favor de ella, de forma tal que se sientan atraídos a conectarse con los demás, a crecer desde la confianza y el amor, y no desde el temor y la exclusión. Tenemos los ejemplos de la naturaleza, el equilibrio y altruismo presentes en ella, como fuerza que une y abarca todo, incluyéndonos a cada uno de nosotros.
Referencia: http://www.cadmusjournal.org/node/403